Anestesia en ancianos

Introducción

La anestesia es una carga para el cuerpo a cualquier edad. Sin embargo, en el caso de las personas mayores, se deben tener en cuenta aspectos especiales al planificar la anestesia. Por un lado, las personas mayores también tienen más enfermedades secundarias que deben incluirse en la planificación de la anestesia. Así como cualquier medicación que tomen. Las personas mayores también tienen un mayor riesgo de confusión temporal después de la operación. En términos técnicos, esto se denomina delirio posoperatorio.

¿Cuáles son las características especiales?

En las personas mayores, la anestesia puede presentar riesgos completamente diferentes a los de las personas más jóvenes. Por lo tanto, antes de cada operación, se debe sopesar si los beneficios de la operación superan los riesgos o si existen procedimientos más suaves que pueden conducir al mismo resultado. Las personas mayores también suelen tener una serie de enfermedades secundarias que deben tratarse con medicamentos.

Por lo tanto, al planificar la anestesia, es importante ver qué medicamento debe interrumpirse, cambiarse o agregarse antes de la operación. Además, la función cardíaca y pulmonar (ver también: Enfermedad cardíaca) para asegurarse de que el cuerpo pueda soportar el estrés de una operación y de que la ventilación funcione.

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¿Cuáles son los riesgos?

Debido a que casi ninguna persona mayor está completamente sana, las enfermedades secundarias pueden resultar problemáticas para la anestesia. Debe hacerse una mención especial a las enfermedades del sistema cardiovascular o la diabetes. Las personas con estas afecciones tienen más probabilidades de tener complicaciones durante la anestesia. Otro riesgo surge del hecho de que la anestesia anula importantes reflejos protectores.

Entonces puede suceder que el contenido del estómago se eleve y se inhale. Si el contenido del estómago está en los pulmones, puede provocar neumonía. Por eso es tan importante estar sobrio antes de la anestesia para mantener este riesgo lo más bajo posible. Si el estado dental de las personas mayores necesita una renovación, existe el riesgo de que los dientes se lesionen cuando se inserta el circuito de ventilación. Esto rara vez ocurre, pero el riesgo aumenta con los dientes en mal estado.

Puede encontrar más información sobre los posibles riesgos de la anestesia en nuestro artículo: Etapas de la anestesia

¿Cuáles pueden ser las secuelas de la anestesia en los ancianos?

Un efecto secundario que es más común en las personas mayores es la confusión o desorientación temporal después de la cirugía. Además, un cuerpo mayor necesita un poco más de tiempo para recuperarse de la anestesia, por lo que puede haber una debilidad temporal. Sin embargo, es muy importante volver a moverse lo antes posible después de la anestesia y la operación para evitar complicaciones de estar confinado a la cama.

Además, las secuelas clásicas de la anestesia, como náuseas y vómitos, también pueden ocurrir en personas mayores. Las mujeres en particular se ven afectadas por este efecto secundario. El tubo de ventilación puede causar ronquera y un leve dolor en el área del cuello durante unos días después de la anestesia. También es posible una sensación de frialdad y temblores musculares después de la operación. Este efecto secundario, sin embargo, desaparece rápidamente.

Para obtener información más detallada, lea nuestro artículo Consecuencias de la anestesia.

confusión

El riesgo de confusión postoperatoria aumenta con la edad. Otros factores que influyen negativamente son las enfermedades secundarias como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o la depresión. Además, los pacientes que toman medicamentos para la depresión o sedantes (benzodiazepinas) tienen un riesgo comparativamente mayor de sufrir tal confusión.

Las enfermedades secundarias en particular pueden promover procesos inflamatorios en el cerebro durante la anestesia. Esto luego tiene efectos dañinos sobre las células nerviosas del cerebro. Como contramedida, se intenta mantener la anestesia lo más plana posible. Si se produce confusión después de la anestesia, se deben tomar contramedidas lo antes posible con medicamentos y otras medidas, ya que la confusión a largo plazo tiene un efecto negativo en el pronóstico.

¿Qué se puede hacer para reducir las secuelas?

El anestesista puede controlar la profundidad de la anestesia durante la operación, mediante la medicación o el gas anestésico. Si existen factores de riesgo que fomentan la confusión, el anestesista intentaría mantener la anestesia lo más plana posible. Este es un acto de equilibrio porque la anestesia no debe ser demasiado superficial al mismo tiempo para que el paciente no se dé cuenta de la operación.

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Si hay alguna confusión después de la anestesia, los familiares pueden ser de gran ayuda. Su sola presencia le da al paciente una sensación familiar y segura. Se anima a los familiares a que le expliquen tranquilamente al paciente dónde se encuentra y qué ha sucedido. Las ayudas, como relojes o anteojos, también pueden ayudar al paciente a orientarse en un entorno desconocido.

El ritmo día-noche a menudo se confunde en estos pacientes. Por lo tanto, ayuda a ayudar al paciente a conciliar el sueño por la noche a través de medidas como la lectura en voz alta. En casos justificados, aún puede administrar medicamentos en dosis bajas para combatir la confusión. En general, después de una operación, la movilización rápida puede ayudar contra muchas secuelas de la anestesia y también de la operación.